Artículos sobre ciencia y tecnología de Mauricio-José Schwarz publicados originalmente en El Correo y otros diarios del Grupo Vocento

Internet: red de ordenadores, red de personas

Esta red no existía hace 18 años. Hoy, sin embargo, esta red es la esencia de la comunicación de personas, empresas y naciones.

Para muchos jóvenes es difícil imaginar no que haya habido una época sin Internet, claro, sino que esa época esté tan cercana en el tiempo. La World Wide Web, el servicio de Internet más conocido, se hizo realidad apenas a fines de 1990, y no fue sino hasta agosto de 1991 que se empezó a utilizar fuera de su entorno de origen. La World Wide Web, así, está apenas cumpliendo su mayoría de edad y ya es patrimonio de aproximadamente de 1 de cada 5 seres humanos.

Internet no es la World Wide Web, aunque la cultura popular identifique ambos elementos. Internet es un ente físico, una colección de ordenadores interconectados por medio de cables, fibra óptica o señales inalámbricas y que pueden intercambiar información por utilizar “protocolos” comunes, es decir los mismos conjuntos de reglas sobre la sintaxis, la semántica y la sincronización de la comunicación, de modo que interpreten los datos de la misma forma y hagan con ellos lo que deben. Internet alberga distintos servicios, cada uno son sus protocolos, entre ellos tenemos el correo electrónico (que utiliza el SMTP, protocolo simple de transferencia de correos), el servicio de transferencia de archivos FTP (siglas precisamente de “protocolo de transferencia de archivos”), distintos tipos de juegos en línea y, el más conocido e identificativo, la World Wide Web, que utiliza el “protocolo de transferencia de hipertexto” o HTTP. Así, Internet es una red de ordenadores conectados, y la World Wide Web es una colección de documentos y otros recursos (como imágenes) interconectados entre sí mediante hipervínculos y direcciones URL (siglas de “localizador uniforme de recursos”) dentro de Internet.

Internet como red física comenzó con la creación de la red ARPA, siglas en inglés de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada, un proyecto gubernamental estadounidense lanzado en 1958 y destinado a darle a Estados Unidos la vanguardia científica y tecnológica. Aunque en su origen estaba la carrera espacial puesto en marcha por la URSS, la principal preocupación del gobierno estadounidense era la ciencia y la tecnología en general para labores de defensa, es decir, militares.

ARPA reunía (y reúne hoy con el nombre de DARPA) a una importante cantidad de científicos en diversas universidades y laboratorios de todo el país, lo que planteó pronto la necesidad de que estos profesionales pudieran compartir datos, información, ideas y opiniones de manera eficiente, ágil, segura y resistente a sabotajes y catástrofes. En medio de la paranoia de la Guerra Fría que dominaba a Estados Unidos, la idea esencial era crear un sistema que pudiera sobrevivir a un ataque nuclear soviético. Es decir, se excluía de entrada la posibilidad de tener una central informativa y de comunicaciones, como sería una central telefónica, y se propuso una red interconectada en la que ningún elemento fuera esencial. Para 1969, el Departamento de Defensa de Estados Unidos puso en marcha la red con cuatro ordenadores en las Universidades de California en Los Ángeles y Berkley, el Instituto Stanford de Investigaciones, y la Universidad de Utah.

La red de ARPA se convirtió, junto con otras redes como la de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, la IPSS del servicio postal británico y Western Union, la base de lo que hoy es Internet cuando esas redes se interconectaron en 1983 y la parte estrictamente militar de Arpanet se separó como Milnet. El nombre “Internet” en sí fue acuñado y utilizado por primera vez por Vinton Cerf en 1973. Cerf es conocido como “el padre de Internet”, pero no por acuñar el nombre, sino por su trabajo en la creación del juego de protocolos que hizo posible la interconexión de las redes de la Internet primigenia, el TCP/IP (protocolo de control de la transmisión y protocolo de Internet).

Lo que había ocurrido era que los científicos habían encontrado tan útil la red que no la utilizaban únicamente para sus proyectos militares, sino para todo tipo de comunicaciones y compartición de datos e información, primero en Estados Unidos y luego en Europa, al abrir la participación de compañías privadas que ofrecieran servicio de Internet a fines de la década de 1980 y conectarse en 1989 con las redes del CERN, el Centro Europeo de Investigación Nuclear.

Sería en el CERN, para sorpresa de muchos, donde ocurriría el salto que convertiría a Internet en un elemento al alcance de cualquiera. Hasta 1990, buscar algo en Internet demandaba que el usuario conociera al menos ciertos elementos de lenguajes informáticos como UNIX. Ante eso, el informático inglés Tim Berners-Lee, trabajando como contratista independiente del CERN, desarrolló una implementación del concepto del “hipertexto”, es decir, de una vinculación de una palabra o frase con otros documentos o recursos. Era la idea de “hacer clic” en una palabra para “ir” a consultar un documento, obtener una definición, hacer aparecer una imagen o enlazarse a información relevante. Para ello, creó el protocolo HTTP y, el 25 de diciembre de 1990, realizó la primera comunicación exitosa entre un cliente (el ordenador que solicita un dato o documento) y un servidor (el ordenador que lo suministra).

Siendo un contratista independiente, Berners-Lee podía haber amasado una fortuna asombrosa con su invento. A contracorriente de un mundo materialista y orientado al lucro, puso su invención a disposición del mundo gratuitamente, sin patente y sin cobrar regalías, lo cual sigue siendo la esencia de los estándares que maneja el World Wide Web Consortium, fundado por Berners-Lee para la creación e implementación de mejoras y estándares de la red.

Vinton Cerf, padre de Internet, trabaja hoy en Google promoviendo la red. Tim Berners-Lee es profesor de ciencias informáticas en la Universidad de Southampton en el Reino Unido, donde se ocupa de su proyecto de la “Red Semántica”.

La velocidad de implementación


La televisión se hizo técnicamente viable en la década de 1940, y tardó casi 60 años en estar presente en todo el planeta, llegando a España en 1956. La telefonía, patentada en 1876 por Alexander Graham Bell, llegó a España en 1880, pero en 1900 sólo tenía 12.851 abonados. Internet y la WWW se han difundido a una velocidad muy superior. Según las estadísticas de uso de Internet, en marzo de este año había más de 1.407 millones de usuarios de Internet, el 21% de la población mundial, con la mayoría de usuarios (530 millones) en Asia. España, por cierto, es el sexto país de uso de Internet en Europa, con 22,8 millones de usuarios a fines de 2007, el 56,5% de la población, lo que además representa el lugar 34 mundial en penetración de la red.