Artículos sobre ciencia y tecnología de Mauricio-José Schwarz publicados originalmente en El Correo y otros diarios del Grupo Vocento

Espacio 2012

Lanzamiento de un
cohete Ariane
(Wikimedia Commons)
Mientras Japón, China, la India y el capital privado empiezan a participar en la exploración espacial, la ESA mantiene un proyecto espacial europeo cuya importancia a veces subestimamos.

Quizás gran parte del romanticismo de los viajes espaciales se ha visto sustituido por uno de los grandes enemigos de la humanidad: la rutina. Los niños ya no suelen pegarse a las pantallas de televisión, como lo hacían en los años 60 y 70, para ver todos y cada uno de los lanzamientos espaciales.

Ir al espacio ya no es un acontecimiento excepcional con sabor a aventura, como los primeros viajes orbitales, la carrera hacia la Luna, la primera sonda a Marte o los robots pioneros que se lanzaron a visitar los límites del sistema solar. Hoy, los lanzamientos son cosa cotidiana y con gran frecuencia se ocupan de cosas mundanas como llevar pasta de dientes a la Estación Espacial Internacional.

2012 será la primera ocasión en 30 años en que Estados Unidos no tendrá un vehículo espacial propio, retirados ya los transbordadores espaciales. Y no lo tendrá al menos en dos años. Su sustituto, el vehículo Orión, tiene prevista su primera prueba no tripulada para 2014. Mientras, el transporte de tripulantes hacia y desde la Estación Espacial Internacional (ISS) dependerá de Rusia y su renovada nave Soyuz TMA-M.

Quizá la mejor forma de ver la forma que asume la exploración espacial en el siglo XXI es revisar el presupuesto de la ESA para 2012, que asciende a 4.020 millones de euros (contra los 14.470 millones de euros de la NASA) dedicados a la investigación, pruebas, fabricación, lanzamiento y operación de todas sus misiones.

La mayor parte de ese presupuesto, más de 860 millones de euros, se dedica a la observación de la Tierra (estudio de la atmósfera, del campo magnético, etc). 720 millones van para navegación, 578 millones se dedican a sistemas de lanzamiento, el programa científico recibe 480 millones y los viajes espaciales humanos 413 millones. A las telecomunicaciones quizá el beneficio más evidente de la exploración espacial en nuestra vida cotidiana, se destinan 330 millones.

La Agencia Espacial Europea en 2012

En enero, la ESA realizará el primer vuelo de su cohete de lanzamiento Vega. capaz de poner en órbitas polares y bajas cargas de 300-2.000 kilogramos. Este cohete pequeño completa la oferta de lanzadores europeos, facilitando un acceso más barato al espacio para satélites científicos y de observación terrestre. En su primer viaje al espacio, el Vega pondrá en órbita el satélite LARES de la agencia espacial italiana, dedicado al estudio de algunos aspectos de la relatividad general y el ALMASat de la universidad de Bolonia, además de varios microsatélites de universidades europeas, de los llamados “cubesat”, cubos de 10 cm por lado y una masa de 1,33 kilogramos.

El camión espacial europeo, el ATV, realizará su tercera misón en marzo de 2012 llevando a la estación espacial 6,6 toneladas de carga. A diferencia de los vehículos de transporte privados Dragón y Cygnus, su avanzado sistema de navegación le permite acoplarse automáticamente a la estación espacial. Después de permanecer acoplado a ella durante un tiempo, el ATV se separa llevando consigo varias toneladas de desechos y reingresa a la atmósfera terrestre, quemándose por completo.

Durante el año, la ESA lanzará también 2 nuevos satélites meteorológicos. En mayo se pondrá en órbita polar el MeteOp-B, segundo de una serie de tres dedicados a mejorar la calidad de la previsión del tiempo y la monitorización de las condiciones de la atmósfera. En junio o julio será el turno del MSG-3, tercero de una serie cuyo nombre son las siglas en inglés de “segunda generación de Meteosat”, dedicado a la observación de la Tierra mediante luz visible y radiación infrarroja para el estudio de la meteorología y la previsión de desastres naturales.

En mayo de 2012, un cohete ruso Protón llevará a la estación espacial internacional el brazo robótico europeo ERA, de más de 11 metros de longitud total, que se colocará en el laboratorio multiusos de la ISS y se utilizará para el reemplazo de paneles solares, la inspección de la estación, el manejo de carga y el apoyo a los astronautas durante las caminatas espaciales.

También en mayo volverá a la Tierra el astronauta holandés de la ESA, André Kuiper, después de llevar a cabo la cuarta misión de larga duración de la ESA en la Estación Espacial Internacional, a la que llegó el 23 de diciembre.

En el verano de 2012 también se pondrá en órbita la misión Swarm, una constelación de tres satélites en tres órbitas polares que se dedicarán a medir con la máxima precisión la fuerza, dirección y variaciones del campo magnético de la tierra.

Una actividad de espacil importancia será el lanzamiento dos nuevos satélites del sistema Galileo de navegación y geoposicionamiento. En la actualidad, el mundo depende de la red GPS de 24 satélites del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Por motivos que van desde la seguridad, aspectos estratégicos hasta la antigüedad del sistema estadounidense, Europa ha emprendido este proyecto que contará con 30 satélites en total para 2014. Además del servicio gratuito de GPS, Galileo, ofrecerá servicios especiales a usuarios tales como aerolíneas, gobiernos y servicios de búsqueda y rescate.

Los satélites de geolocalización o navegación requieren de una amplia red de apoyo. Galileo contará con entre 30 y 40 estaciones sensoras, 3 centros de control, 9 estaciones de comunicaión con los satélites y 5 estaciones de telemetría, rastreo y comando.

Con vistas al futuro, 2012 será un año de pruebas intensivas de la nave orbitadora planetaria de Mercurio, mitad europea del proyecto BepiColombo para el estudio de Mercurio, el más pequeño y más cercano al sol de los planetas del sistema solar. La otra mitad es el orbitador magnetosférico de Mercurio que está construyendo la agencia espacial japonesa. La misión está prevista para ponerse en marcha en 2014.

Además de sus proyectos propios, la ESA se encargará del lanzamiento y puesta en órbita de satélites de distintos países y para distintos objetivos.

Finalmente, en noviembre se llevará a cabo en Italia la reunión de los ministros encargados del espacio de los 19 países miembros de la ESA, para analizar lo realizado y plantear los nuevos caminos de la exploración espacial europea.

La empresa privada en órbita

Estados Unidos ha apostado de modo intenso, por la financiación de proyectos privados. Las empresas privadas Space X y Orbital Sciences Corporation enviarán dos primeros vehículos de abastecimiento a la ISS en 2012. La primera de estas empresas Space X, tiene previsto realizar su primer vuelo tripulado en 2015, mientras que el negocio de los vuelos suborbitales es la gran apuesta del multimillonario Richard Branson con su empresa Virgin Galactic.